La estatal CNPC se unirá a Petrobras para completar la postergada construcción del Complejo Petroquímico de Río de Janeiro, en Brasil. La obra requerirá una inyección final de entre u$s 3.500 y 4.000 millones. Una obra en stand by, que era largamente esperada por la industria química y petroquímica de la región, se completará próximamente gracias a la conjunción de esfuerzos de dos grandes petroleras estatales.
Se trata del Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (COMPERJ), cuya finalización quedó asegurada a partir de un acuerdo sellado entre Petrobras y China National Petroleum Corp. (CNPC). Las empresas no comunicaron mayores detalles sobre esta nueva alianza estratégica pero, de concretarse, significará la reactivación de un emprendimiento clave en pos de ampliar la capacidad de refinación brasileña. Los trabajos están paralizados desde 2015, a raíz del escándalo de sobornos y corrupción conocido como “Lava Jato”. Por entonces, la empresa Queiroz Galvao, investigada en la operación, rescindió el contrato que la comprometía a instalar una unidad de gas natural en el complejo, al considerar que el valor fijado por Petrobras resultaba insuficiente para cubrir los costos. A principios de esta temporada, además, el Tribunal de Cuentas de Brasil denunció una sobrefacturación de 544 millones de reales (es decir, casi u$s 175 millones) en las labores realizadas, y ordenó el bloqueo de bienes de una larga lista de compañías supuestamente beneficiadas por estas irregularidades. Hasta la fecha se llevan invertidos aproximadamente u$s 13.000 millones en la construcción del COMPERJ, considerado el principal proyecto petroquímico de Sudamérica. Para llevar a cabo las obras de culminación de este inmenso polo productivo, Petrobras y CNPC prometieron desembolsar entre 3.500 y 4.000 millones de la divisa estadounidense, por lo que el costo final de la iniciativa podría elevarse hasta los u$s 17.000 millones.
Para culminar el polo productivo, Petrobras y CNPC prometieron desembolsar entre u$s 3.500 millones y u$s 4.000 millones. Así, el costo final de la iniciativa podría elevarse hasta los u$s 17.000 millones.
En detalle
Emplazado en el municipio de Itaboraí, el COMPERJ se localiza a unos 45 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, capital del estado homónimo. Su ubicación es estratégica, al encontrarse cerca del puerto de Itaguaí y de las terminales de Angra dos Reis. Se espera que genere unos 200.000 empleos directos e indirectos. Su área de influencia económica y laboral, de hecho, involucra a siete municipios: Cachoeiras de Macacu, Guapimirim, Itaboraí, Magé, Rio Bonito, São Gonçalo y Tanguá. Una vez materializado, estará conformado por una unidad básica de producción petroquímica (de etano, benceno, para-xileno y propeno) y seis unidades de segunda generación (de polipropileno, polietileno y politereftalato de etileno). También dispondrá de una unidad de tratamiento hídrico y plantas para abastecer su consumo eléctrico y de vapor. El proyecto integral contempla, asimismo, una nueva base logística en São Gonçalo y un oleoducto para transportar el petróleo al complejo. En sus instalaciones se elaborarán productos petroquímicos básicos, combustibles y resinas termoplásticas. Su capacidad de procesamiento de propileno ascenderá a unas 960.000 toneladas (Tn) anuales. Asimismo, refinará combustibles por 165.000 barriles de petróleo equivalente por día.
En las instalaciones del COMPERJ se elaborarán productos petroquímicos básicos, combustibles y resinas termoplásticas. Se espera que, una vez en marcha, genere unos 200.000 empleos directos o indirectos.
Actores de peso
CNPC es la principal empresa integrada de petróleo y gas en la República Popular de China. Constituye la matriz de PetroChina, que hace unos años llegó a ser la segunda mayor compañía del mundo en términos de capitalización bursátil. La organización posee reservas probadas de 3.700 millones de barriles de crudo y produce alrededor de 54.000 millones de metros cúbicos (m³) de gas natural. Asimismo, tiene 30 proyectos internacionales de exploración y producción, con operaciones en Azerbaiyán, Brasil, Birmania, Canadá, Indonesia, Omán, Perú, Sudán, Tailandia, Turkmenistán y Venezuela. Petrobras, por su parte, es una petrolera brasileña de naturaleza semi-pública (de propiedad mayoritariamente estatal y con participación extranjera privada). Con casi 90.000 empleados y una extendida presencia internacional, es la mayor organización de su tipo en Latinoamérica (por encima de la mexicana Pémex y la venezolana PDVSA). Pese al impacto del caso “Lava Jato”, también se ubica en cuarto lugar entre las principales firmas hidrocarburíferas de capital abierto en el mundo. Representa una referencia global en términos de exploración de petróleo en el ámbito off shore. Opera, de hecho, la planta submarina de producción de crudo situada a mayor profundidad en todo el planeta. ©
Fuente: Revista Petroquímica.