Por: Hugo Hernández Raffalli. Ex Director de PDVSA.
Las sanciones impuestas por el gobierno americano a Venezuela, significan un bloqueo económico, financiero y comercial, entre ambos países. Venezuela, es exportador de hidrocarburos a los Estados Unidos desde el inicio de la explotación petrolera.
Han nacido vínculos de comercialización de los hidrocarburos, al punto de tener una empresa americana, Citgo, que procesa en sus varias refinerías petróleo venezolano con características muy específicas. Han sido adaptadas al tipo de petróleo venezolano. Todos los días del año Venezuela exporta a los Estados Unidos entre 800.000 y 1.000.000 de barriles.
Adicionalmente, Venezuela compra en el mercado secundario petróleo y algunos derivados para completar el procesamiento en suelo americano, además de los centros de almacenamiento y procesamiento que tiene en el Caribe. Esas operaciones de refinación y de comercialización final, tienen como soporte más de 6.000 estaciones de servicio, oleoductos para transportar el crudo y sus derivados, centros de almacenamiento, terminales, infraestructuras operacionales y comerciales. Todas esas operaciones conllevan tramitaciones administrativas, comerciales y financieras que tienen soporte en la infraestructura ofrecida por el mercado americano. Al bloquearse todas esas posibilidades, Venezuela tiene problemas para llevar a cabo todas sus tramitaciones, sobre todo financieras donde el producto del procesamiento refinador y de atención al público se afectarán, puesto que los recursos provenientes del negocio petrolero en USA se encuentran bloqueados.
No habrá posibilidades en el mercado americano, de realizar operaciones de préstamo y de apoyos financieros a Venezuela. Está prohibido contratar bienes y servicios en USA mediante nuevos créditos, esto incluye a las empresas privadas y públicas. No podrán negociarse los papeles emitidos por la República y Pdvsa. Es una medida perversa la impuesta por USA a Venezuela. Nunca había ocurrido. Considero que se han equivocado con Venezuela al bloquearle económica, comercial y financieramente. Perder el mercado petrolero, mediante el suministro confiable de Venezuela, que ahora tiene la posibilidad de abrirse a otros mercados como India, China y Rusia y otros mercados que demandarán nuestro petróleo como una necesidad de subsistencia de un bien no renovable.
Sin duda que con las sanciones del gobierno americano se le causa un daño muy fuerte a la economía nacional. Las operaciones financieras y comerciales se verán seriamente afectadas, traduciéndose en la profundización de la escasez y la especulación. Es necesario abrir otras posibilidades de comercializar productos y materias primas de la China. De algunos países latinoamericanos. Esta situación puede abrir un compás de oportunidades para Venezuela. Convertir la crisis en oportunidad de crecer en autonomía, soberanía e independencia.
Fuente: Diario Panorama.