Según el especialista Jorge De Zavaleta
Así como la industria está obligada a adoptar buenas prácticas, el titular de la CIQyP, Jorge De Zavaleta, advierte que la sociedad debe reconocer la importancia vital de los plásticos y otros materiales que suscitan dudas ambientales infundadas.
Cuando se empezó a hablar de sustentabilidad en los años 70, lo único que se pensaba era en pagar salarios dignos y que la fuerza de trabajo estuviera motivada. Así lo recuerda Jorge De Zavaleta, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP) de la Argentina, quien disertó en la 6˚ Jornada Comercial 2017 organizada por la Comisión de Capacitación del Instituto Petroquímico Argentino (IPA). “El sentido se fue ampliando cada vez más. Con el tiempo se incorporó la importancia de cuidar el medio ambiente, controlar las emisiones y promover las buenas prácticas. Hoy el foco está en el acercamiento con la comunidad. Es por ello que los reportes de sustentabilidad empresaria son cada vez más grandes”, expresó el directivo.
De Zavaleta // “La industria debe mostrar capacidad de elaborar y usar productos químicos en forma segura, con el objetivo de conducir al progreso a través de tres dimensiones de desarrollo: la ambiental, la social y ética, y la financiera”.
En este marco, indicó, la industria debe mostrar capacidad de elaborar y usar productos químicos en forma segura, con el objetivo de conducir al progreso a través de tres dimensiones de desarrollo: la ambiental, la social y ética, y la financiera. “El desempeño sustentable está en función del cuidado responsable, una noción surgida tras el desastre de Bhopal (India), en 1984. Luego de ello se creó un programa global tendiente a favorecer una comunicación transparente y abierta con los stakeholders, identificar y difundir buenas prácticas, y mantener un riguroso sistema de indicadores de performance y verificación de procesos”, enumeró.
El siguiente paso, acotó, estriba en establecer una estrategia mundial de productos sustentables. “Con ese fin funcionan el Programa Global de Etiquetado (GHS) y el Programa Basado en el Riesgo de los Productos en la Cadena de Valor (GPS)”, destacó. Otras prioridades del segmento, indicó, son usar fuentes más limpias de energía (como baterías de litio, biocombustibles, materiales alternativos para paneles solares y generadores eólicos, etc.) y fomentar la eficiencia energética.
“Para favorecer la equidad y el bienestar social, los plásticos y químicos contribuyen con la potabilización del agua, la medicina, el suministro y la conservación de alimentos, y la biogenética, entre otras aplicaciones”, agregó.
Cifras contundentes
De acuerdo con De Zavaleta, un 96% de lo que nos rodea cotidianamente son productos químicos. “No se puede vivir sin ellos. Más de 20 millones de personas forman parte de la cadena química en todo el mundo”, resaltó el especialista durante su presentación en el evento del IPA, que se celebró el 20 de septiembre en el Hotel Sheraton Retiro.
De Zavaleta // “Para favorecer la equidad y el bienestar social, los plásticos y químicos contribuyen con la potabilización del agua, la medicina, el suministro y la conservación de alimentos, y la biogenética”.
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La producción global de plásticos, cuantificó, creció unas 20 veces desde los 15 millones de toneladas (Tn) en 1964 hasta los 311 millones de Tn en 2014. “Hoy China es el mayor productor, con un 25% de la oferta planetaria. Y entre 4% y 6% del petróleo producido en el mundo se destina a la elaboración de plásticos”, detalló.
De Zavaleta // “Se estudió la posibilidad de reemplazar los plásticos por materiales alternativos. Pero con esos sustitutos se incrementarían cuatro veces los costos ambientales por su pobre nivel de eficiencia”.
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Algunos de los beneficios que ofrecen estos productos, afirmó, se vinculan con la reducción de desperdicios, las aplicaciones médicas, la fabricación de cañerías de agua potable y la conservación de alimentos. “Es uno de los más útiles e importantes materiales en la sociedad moderna”, sentenció.
El uso intensivo del plástico, admitió, motiva dudas ambientales asociadas con su producción y disposición final. “A la luz de este tema, se estudió la posibilidad de reemplazar los plásticos por materiales alternativos. Pero con esos sustitutos se incrementarían cuatro veces los costos ambientales por su pobre nivel de eficiencia. Está clarísimo que seríamos menos sustentables que ahora”, aseveró.
Virtudes y ventajas
Para De Zavaleta, reciclar es un concepto clave dentro de la industria. “La gran asignatura pendiente, justamente, es resolver el recupero de plásticos en efluentes. En ese sentido, la solución sería mejorar los sistemas de colección”, proyectó. Los plásticos, reflexionó, tienen ventajas intrínsecas muy potentes y siguen siendo la mejor opción de performance frente a productos alternativos. “La industria plástica se ganó un merecido lugar en el packaging mundial por sus virtudes y ventajas”, completó.
La CIQyP es una asociación civil sin fines de lucro que fue fundada en 1949 a fin de representar gremialmente a las empresas del sector químico y petroquímico en el país. Su misión es facilitar el proceso de crecimiento de la industria, junto con el desarrollo de sus asociados. Otros de sus propósitos básicos son conformar un ámbito de negocios de reglas claras, confiables y previsibles; favorecer la competitividad e inserción a escala regional e internacional; difundir la calidad, cantidad y demás características de la oferta de los bienes y servicios de sus miembros, y estrechar vínculos sinérgicos con los proveedores. ©
Fuente: Revista Petroquímica.