Cuando Xi Jinping fue designado nuevo líder de China hace unas semanas, una de las cosas que más me llamaron la atención de su currículo es que es ingeniero. Más exactamente, es un ingeniero que ha reemplazado a otro ingeniero como líder del país más poblado del mundo. En Occidente, la mayoría de los presidentes son abogados, que en casi todos los casos hablan bonito. El presidente de Estados Unidos es un abogado graduado en Harvard, quien recientemente fue reelegido tras derrotar a Mitt Romney, otro abogado graduado en Harvard. El ex presidente mexicano Felipe Calderón es abogado y acaba de ser reemplazado el 1° de diciembre por Enrique Peña Nieto, otro abogado. En América del Sur, la mayoría de los palacios presidenciales han sido habitados desde hace mucho tiempo por abogados. En cambio, el nuevo líder chino es un ingeniero químico que fue designado por el Congreso Nacional del Partido Comunista para reemplazar a Hu Jintao, un ingeniero hidráulico, que a su vez reemplazó